
El abuelo de un árbitro de balonmano que fue atacado en un partido organizado en el municipio de Pontevedrés en Sanxenxo (Pontevedra) en diciembre, continúa en coma dos meses después de sufrir una caída cuando fue presionado por un jugador que participó en el partido de la categoría de cadete.
La Federación Galicanía Balonman informó el jueves, que, en un comunicado, mueve su apoyo a la familia y familiares de la víctima, que presenta «un pronóstico muy pesimista que solo podría revertirse con un milagro real».
La Federación lamenta que el evento que tuvo lugar el 15 de diciembre en Vilalonga desencadenó «un verdadero infierno» por su ataque y familia, que se vio obligado a «cerrar permanentemente el negocio familiar» mientras «el supuesto agresor hace una vida completamente normal.»
Se espera que la entidad que rige el balse de la mano prisbil abra el proceso judicial contra el supuesto agresor «el fin está sucediendo nuevamente»
Hechos
Los eventos tuvieron lugar el 15 de diciembre, cuando el padre de un jugador que participó en el partido en las cadetes femeninas jugó en Vilalonga entre Sanxenxo Balonman y el Club Raseir Balonman atacó al abuelo del árbitro del partido, que estaba gravemente herido.
Según fuentes consultadas por Europe Press, los eventos ocurrieron cuando el árbitro, de unos 15 años, silbó una penalización y uno de los padres del equipo contrario comenzó a insultar.
Así, el abuelo de la universidad, que estaba en esos momentos en el pabellón, fue a este hombre y, después de un rifirrafi, el agresor lo empujó, perdió el equilibrio y le golpeó la cabeza.
La Guardia Civil confirmó más después. Estoy presentando una queja por estos hechos en Sanxenxo, lo que indica al presunto autor de la agresión como conocimiento en el campo federativo para los comportamientos de esta naturaleza.