A Coruña rindió homenaje este lunes al pintor Francisco Miguel Fernández Díaz, quien fue asesinado en Oleiros por las fuerzas fascistas en 1936 y cuyos restos mortales fueron exhumados en 2023 en el cementerio de Bértoa (Carballo). El salón de sesiones del Palacio Municipal de María Pita acogió un acto institucional presidido por la alcaldesa, Inés Rey, en el que se le rindió homenaje al artista con la presencia de miembros del Gobierno municipal, la corporación municipal y personalidades del mundo de la cultura y la recuperación de la memoria histórica. Posteriormente, se celebró una ceremonia fúnebre en el cementerio municipal de San Amaro, donde descansan los restos mortales del artista coruñés desde ese día.
«Francisco Miguel regresa hoy a su ciudad como memoria viva, como símbolo de A Coruña frente a la barbarie, frente al odio fascista que, desafortunadamente, sigue asomando en diferentes partes del mundo, y que debemos combatir cada día, con firmeza y convicción, hacia un futuro mejor», señaló Inés Rey. «La memoria es justicia restitutiva, la cultura es democracia y progreso, y la verdad nunca podrá ser sepultada de manera definitiva», añadió la alcaldesa, que agradeció la presencia en María Pita de los alcaldes de Carballo y Oleiros, Evencio Ferrero y Ángel García Seoane.
Este homenaje se enmarca dentro de las actividades ya iniciadas con la inauguración, a principios de mes, de la exposición de los dibujos del artista en la Casa Museo Casares Quiroga. Cuenta con la colaboración de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la Asociación Cultural Alexandre Bóveda (ACAB), así como de otras asociaciones y entidades de la ciudad, del grupo de investigación sobre su vida y obra, de la escritora Syra Alonso y de la Diputación de A Coruña, que también promueve charlas en torno a la figura de Francisco Miguel y de Syra Alonso.
Francisco Miguel nació en A Coruña en 1897. Fue pintor, ilustrador, crítico de arte y librero, con una trayectoria vinculada a la vida cultural de la ciudad y a los movimientos artísticos europeos y americanos. Entre 1921 y 1933 residió en París, Cuba y México, donde mantuvo relación con figuras como Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros. Al regresar a Galicia, se estableció en Oleiros, donde fue detenido y asesinado el 29 de septiembre de 1936 en Queo de Arriba (Carballo).
La ceremonia celebrada en San Amaro contó con la participación de la Banda Municipal de Música de A Coruña, que interpretó obras de compositores gallegos como Marcial del Adalid, Juan Montes, Andrés Gaos y Chané, así como una pieza de Edward Elgar. También tuvo lugar una ofrenda simbólica de conchas de caracolas. El homenaje contó con la presencia de familiares del artista, desplazados desde México para recibir sus restos.
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